martes, 19 de agosto de 2014

LOS ASUSTA-NIÑOS MAS CONOCIDOS.

Tomando otro de los capítulos de mi libro "Mi Puerto y su Leyendas Urbanas. Contado por gente como uno"; les traigo este que titulé:
                   
                  Los asusta-niños más conocidos
En mis noches infantiles existían tres personajes muy conocidos que nos asustaban, causándonos a veces insomnio y mucho pánico.

Estos personajes eran la espada vengadora de los padres de años pasados, los cuales infundían miedo solamente con el propósito de obligarnos a cumplir algún quehacer de la casa,  para que comiéramos, elaboráramos las tareas del colegio o cosas imposibles, como el mantenernos alejados de algún lugar, personas o acciones que los padres consideraban peligrosas para nosotros.

En mi Puerto al igual que en toda Venezuela y quizá fuera de ella, se destacaron tres personajes de terror infantil que a pesar del tiempo, aun tienen fuerzas para asustar, hoy en día colocándoles algunos efectos actuales casi de súper héroes malvados. Entre ellos encontramos:
                                        
                                   El Coco

Este astuto “asustador” profesional, se halla alojado en nuestra memoria colectiva y ni siquiera el paso de los años han hecho que este personaje, el cual tiene diferentes tamaños y formas de atacar; pueda dejar de seguir atormentándonos.

El objetivo inicial era para que los niños se durmieran temprano.

Ellos nos arrullaban con una canción que comenzaba diciendo “Duérmete niño, duérmete ya, o viene el Coco y te comerá”. 

Si te dormías el Coco no te comía.

El Coco en realidad era el propio diablo.


El Hombre del Saco

Este señor de avanzada edad, con barba larga y canosa, sombrero de ala ancha y fumando un tabaco, vagaba por las calles de noche en busca de niños extraviados, que una vez que los conseguía los metía en su saco y los llevaba a un lugar desconocido para luego comérselos.

El objetivo era que los niños no estuvieran hasta altas horas de la noche en la calle y menos que hablaran con extraños, de esta forma regresarían temprano a casa.


Los Duendes

Eran enanitos de aspecto vulgar, que median medio metro de altura, usaban boina grande y vestían lujosamente ropa de frailes.

Su risa era grotesca y la mayor parte del tiempo andaba juntos. A estos duendes les gustaba meterse en el closet o debajo de la cama de aquellos dormitorios que  se encontraban sucios y en desorden.

El objetivo era que los niños mantuvieran en total limpieza su dormitorio, de esta forma los duendes no entrarían a los cuartos, ya que odiaban los sitios muy limpios y muy ordenados.

Comentaba la gente que para ahuyentar a los duendes de una casa, además de la limpieza y pulcritud, aconsejaban poner un baile bien “encandilado” con música bien sonada. 

Yo creo que hoy en día no debe haber muchos duendes por estos lares, pues con el rock y el reguetton, deben haberse ido a la antártida.


Grísseld LecunaGarcía/Bavaresco





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